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Mitos y leyendas de Colombia
Crónicas mitológicasEl mito, la leyenda, en general todo el relato tradicional de cada pueblo, es enseñanza moral de la buena ley.Bastante le debe cada generación en este sentido al relato del abuelo que suele terminar con una sentenciosa moraleja: "Los trasnochadores no creen en la Viuda Alegre por que no les conviene..." Ella seguirá asustando hasta el final de los tiempos a los mujeriegos sin conciencia. Unos son cuentos de Hadas, otros consejas temerosas, otros son hechos que la imaginación popular viste de fantasía otros son enseñanzas para la vida humana, pero todas maneras el mito y las leyendas influyen en las costumbres diarias.
El mito como fuente de inspiracióna) Religiosa.Es con frecuencia, parte de la religión misma, o Teo-Cosmogonía de cada pueblo. Es por lo mismo, tarea importantísima del folclorista recoger las oraciones, mezcladas a veces con superticiones, que son corrientes en el pueblo. Tocados de superticiones se encuentran muchos conjuros con que el pueblo cree liberarse de las mordeduras de serpientes; y a los animales, de plagas y enemigos. Así vemos como se inventan y propagan oraciones, talismanes, amuletos, novenas al ánima sola, cadenas de oraciones, conjuros y superticiosas mezclas de preces bien concebidas teológimante, pero aunadas con prácticas rituales, exorcismos y zahumerios nacidos de lo mítico de o lo folclórico. De nuestros ancestros, ya del aborigen americano, ya de ascendencia negra, o de la proveniencia española, las creencias se van volviendo complejas y en veces, superpuestas. Por esta razon, de la hechicerías indígenas hemos tomado la creencia en mil espíritus dotados de fuerzas ocultas y sujetas a la intervención del chamán o curandero de la tribu. De las superticiones africanas nos han venido el miedo al Coco, o a Mandingas, identificado en numeros regiones de nuestra patria, y particularmente en Antioquia la grande, con el mismo Diablo. De herencia española son nuestras creencias elaboradas y coherentes en ánimas en pena, espantos y apariciones.
b) Cultural
Mito y religiónPodría cuestionarse si, Mito y religión Mito y Verdad, plantean verdaderamente el problema de fondo de: qué entidad, qué importancia, qué trascendencia cultural debe dársele a la entidad mítica, y si lo resuelven satisfactoriamente.1). El mito florece preferencialmente en las religiones politeistas. 2). El cristianismo, paradójicamente ha causado a la vez, la decadencia del mito, pero el florecimiento de una religiosidad mediática muy especial. 3).El mito, no tiene una directa relación de florecimiento o decadencia, con el fenómeno: Menor o mayor cultura de un pueblo y épocas dados. Conviene repetirnos que: supertición es toda desviación del sentimiento religioso que nos hace creer en cosas falsas, o temer cosas que no pueden hacernos daño, o por último, poner nuestra confianza en otras que ninguna efectividad tienen. Sin embargo veamos con tres ejemplos nada más, como florece y se propaga la mitificación superticiosa de la fe: a). Auge en el mito del Ánima Sola o Ánima en pena, hasta convertirse en un culto oficialmente tolerado, mercantilmente aprovechado y culturalmente aupado de diversas maneras. b). Mitificación religiosa de los números. Nuestra prensa escrita o hablada hace eco de ella c). Nótese que se da mayor preponderancia al número que a las oraciones en si y que se ha engendrado una heréldica confianza, prescindiendo de la fe. De aquí en adelante haré una breve descripción de algunos mitos que de alguna manera tuvieron que ver con mi vida personal, otras son versiones de otros autores que han investigado sobre estos personajes. . Las descripciones a veces no coinciden o se parecen mucho unos a otros, se debe a la gran variedad de regionalismos, costumbres y medios de vida de cada uno de nuestros pueblos. El Departamento de Antioquia se compone de 124 municpios, ubicados en diferentes lugares topográficos, climas, explotación económica y talvez grado de cultura. Es más, el comportamiento social y moral son diferentes entre unos y otros. En las zonas de clima caliente el ser humano es más alegre y por ende más libertino y menos religioso. Las zonas frías, el hombre es pasivo y más conservador, es decir requiere de menos temores para organizar su vida.
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