Sigamos....
Le pides la bendición a sus padres antes de acostarse.
Todavía dice, Dios se lo pague, cuando alguien le presta un servicio, o que la virgen lo acompañe cuando alguien se despide de usted.
No le niega una limosna a nadie.
Su primera comunión la hizo vestido de marinerito, a pie limpio y pantalones cortos.
Visitó todas las tiendas del pueblo pidiendo el recuerdito de su primera comunión.
Cuando niño lo purgaron con vermífugo o quinopodio, pasado con jugo de naranja - Uf - que fastidio.
Le aplicaron un emplasto de paico - Huy, eso como huele de maluco - machacado en el pecho o en la nariz para que las lombrices que lo estaban ahogando de devolvieran pal'buche.
El susto más grande de su vida se lo llevó cuando el ratoncito con que estaba jugando se le metió por entre la camisa y casi no lo saca.
Buscando leña en el monte le dió manzanilla, pero luego descubrió que masticando los retoños del árbol que produce la irritación,
le sirve de contra para neutralizar los efectos urticantes de la planta.
Le tocó moler maiz cocido en una piedra para hacer las arepas.
Le tocó cocinar los fríjoles o el sancocho en una olla de barro.
Sacó guarapo de caña dulce en un mataburros o raja culos.
El dentista del momento le sacó una muela a sangre fría.
Como el perro es el mejor amigo del hombre, le sirvió el sobrado en la copa del sombrero.
Le tocó fabricar esteras de enea o fibra de cáscaras del tronco de plátano para dormir, y de sobremesa rascarse las niguas en la cabuya con la cual se tejiá la estera.
Cuando se encontraba con los padrinos de bautismo se arrodillaba delante de ellos y pronunciaba las siguientes palabras: Sacramento al altar padrino, déme su bendición.
Siempre le dijo o le dice apá a su papá y amá a su mamá.
Haberse confesado muy a menudo de actos impuros, por que la hermanita tenía las piernas abiertas y le vió los calzones.
En su casa son más de diez hermanos.
Le ancantaba montarse en el marrano por que corcoviaba muy bueno.
Lloró más de una vez por que el caballo no se dejaba encerrar.
Alguna vez recibió una patada en las güevas "Testículos" por parte de un ternero por que usted lo perseguía con un tábano agarrado de las patas.
Como mujer después de tener un hijo comió gallina durante 40 días, no se bañó en todo este periodo ni vió la luz del sol.
Más de una vez comió coles con fríjoles petacos o de vida.
Se sabe una canción dedicada a la madre muerta.
Cuando niño apostó con un amiguito al que tirara el chorro más lejos cuando estaban orinando.
Le hizo la pesadez a un amigo echándole el chiche - ponzoña - de una hormiga cachona por el cuello.
Midió las horas del día por medio de las sombras proyectadas por el sol.
Cuando temblaba la tierra, tronaba o caía un aguacero creyó que era la ira de Dios.
Elaboró canastos con raíces de tripa de perro o bejuco uña de gato.
Se robó en el osario del cementerio un huesito para arrojárselo al vecino que le caía gordo.
Cargó o carga enfermos o muertos en una camilla o barbacoa elaboradas con tubos de guadua.
Siempre llevó o lleva en el pecho el escapulario de la virgen del Cármen.
Tiene en la sala de su casa los cuadros de: el Corazón de Jesúss, la Virgen del Cármen, el retrato del político de su simpatía y un Santo Cristo al pie de su cama.
Crónica escrita por Carlos E. Alvarez
